Ok, me queda claro cómo podemos llegar a tener un útero espástico con la ‘in-corporación’ de la cultura patriarcal, pero… ¿qué narices es eso del útero espástico? Cada vez que he compartido que estaba haciendo un estudio sobre el útero espástico, tanto hombres como mujeres transformaban sus caras haciendo muecas, muy divertidas por cierto, expresando no verbalmente “¿de qué me estás hablando?”. Tampoco espero otra respuesta ya que yo también desconozco un montón de cosas a las que no me he detenido a poner atención.
Pues te cuento un poco por si quieres saber algo más, pero ¡no por el mero placer de saber y alimentar tu disco duro de datos! Sino para invitarte a conocer nuestro cuerpo y quizás empezar a cuestionar la “normalidad” del dolor, la “normalidad” de las múltiples enfermedades y transtornos que estamos desarrollando en nuestro aparato reproductor, porqué te sientes como te sientes o ni tan siquiera sientes…
En esta primera parte conoceremos el ÚTERO. Algunos datos de cómo es, cómo funciona,… en su naturaleza equilibrada.
El útero, también llamado matriz, es un órgano muscular que se halla en la cavidad pelviana de la mujer entre la vejiga y el recto. Forma parte del aparato reproductor femenino. Es hueco, musculoso y mide unos 10 cm. La parte superior es más ancha y por los costados, está conectado a unos conductos muy finitos llamadas trompas de Falopio, que a su vez, están conectadas con los ovarios. La parte inferior es más estrecha y está conectada con la vagina. Entre el útero y la vagina hay una puerta llamada cérvix o cuello del útero que se abre o cierra según el proceso que se esté dando.
Las paredes del útero se componen de 3 capas: la externa, la media llamada miometrio y la interna llamada endometrio. El endometrio se engrosa todos los meses para dar la posibilidad de anidar un óvulo fecundado y que este crezca, se nutra de todo lo que necesita y esté protegido durante 9 meses creando una nueva vida. En este caso, el útero será la casa del embrión en desarrollo y, gracias a su gran capacidad elástica, se ampliará hasta llegar a su límite y desarrollo necesario para que se dé su nacimiento. Si el óvulo no es fecundado, el endometrio se desprenderá y expulsará en forma de sangrado menstrual. El ciclo menstrual consta de 4 fases (1-sangrado menstrual, 2-pre-ovulación, 3-ovulación, 4-pre-menstruación) y suele durar unos 26 -28 días de media según la mujer. Esta capacidad cíclica y fértil de la mujer se da a partir de la pubertad con la primera menstruación (menarquía), hasta su cese progresivo y desaparición (menopausia).
Recomiendo mucho ver imágenes en: www.3dvulva.com, Beautiful cervix.
El útero es considerado un músculo dado que tiene una compleja red de tejido formando un sistema neuromuscular y compuesto por 3 tipos de fibras o haces musculares. Es de tipo liso, de tal manera que se mueve involuntariamente y responde al Sistema nervioso autónomo.
Voy a profundizar un poco en la descripción de estas haces musculares:
- Funciones principales: Estas se reúnen en el cérvix para cerrar o abrir el útero en las siguientes circunstancias:
- Durante la menstruación y la ovulación abren el cérvix. Durante la premenstruación y la preovulación lo cierran.
- En caso de embarazo cierran el cérvix herméticamente para sostener el feto durante la gestación y abrirse para el parto.
- También abren y cierran con la excitación y el orgasmo. De hecho, en el parto, el orgasmo facilita enormemente la apertura del cérvix.
En la apertura y cierre del cérvix participa un sistema neuroendocrino (hormonal) y un sistema neuromuscular que dependen de la sexualidad de la mujer.
- Características principales: El útero es un músculo fuerte, elástico y flexible.
- Fuerte para apretar las fibras del cérvix y sostener entre 10 y 12 kilos durante el embarazo.
- Elástico para albergar el bebé mientras va creciendo.
- Flexible porque tiene la capacidad de tensarse y relajarse.
- Tipos: Existen las haces longitudinales, las circulares y las intermedias descritas por el obstetra G.D. Read.
- Las longitudinales. Su movimiento es de arriba abajo. Su estado natural es de relajación y son las que realizan el movimiento para vaciar el útero del endometrio o el bebé. Dependen del sistema parasimpático (el que se activa en la relajación).
- Las circulares. Son las que permiten abrir y cerrar el cérvix en cooperación con las longitudinales. Su estado natural es de contracción para mantener el cérvix cerrado. Dependen del sistema simpático (el que se activa en estado de alerta). Si estamos en estado de alerta, en un medio hostil, de peligro, de inseguridad, el cérvix no se dilata. Situación que suele ocurrir en los hospitales con el trato que se da a la parturienta, la frialdad del espacio, las luces, la desinformación, las posturas anti gravitatorias, la medicalización, etc.
- La intermedias. Estas constituyen una capa interna en la pared de la bolsa uterina. Son músculos que rodean los vasos sanguíneos haciendo ochos y espirales. Su función es estimular y activar el riego sanguíneo para aportar el oxígeno necesario para el intenso trabajo que realiza el útero, y para retirar las sustancias de desecho.
Figura . Distribución de las haces musculares longitudinales y circulares en un útero, según G.D. Read.
A nivel muscular, un útero sano late, se mueve y se percibe. En la antigüedad se representaba como una ranita, una serpiente, una medusa o un espiral para representar este movimiento interno que percibían las mujeres bajo su vientre. Cuando el útero va a vaciarse es necesaria la cooperación acompasada de relajación y contracción entre las haces longitudinales y circulares, como lo hace el bíceps con el tríceps en el brazo o como cooperan los músculos del resto del cuerpo. En un útero sano y relajado, las llamadas “contracciones” no son más que un movimiento de contracción y distensión (sístole y diástole) que se da con lentitud, placer, sin dolor y avanzando hacia el éxtasis. En la “contracción” normal del parto, dice Leboyer, el útero se encoge muy lentamente en un movimiento que empieza arriba y va bajando poco a poco, al llegar abajo hace una pausa y luego empieza lentamente a distenderse de abajo hacia arriba, y al llegar arriba vuelve a hacer otra pausa. Visto en conjunto, el movimiento se asemeja a la respiración completa, lenta y profunda. El movimiento muscular del útero durante el orgasmo es el mismo que tiene que realizar durante el parto.
Hay mujeres que tienen control sobre las haces circulares pudiendo elegir cuando abren el cérvix o lo cierran. De esta manera pueden retener la menstruación y vaciarla cuando lo desean sin necesitar usar compresas ni tampones ni nada. Es llamado “Sangrado libre”.
A nivel endocrino, la apertura del cérvix se da por la producción de oxcitocina, la también llamada “hormona del amor”. El cuerpo de la mujer la produce tanto en el parto como en el orgasmo y la excitación previa. Se va generando oxcitocina gradualmente de forma natural permitiendo el aumento progresivo del movimiento de las haces musculares.
Según estas consideraciones, un parto realmente normal tendría que durar entre 3 y 5 horas, sin dolor (más bien con placer) y la menstruación tendría que ser indolora. Parece mentira, ¿no?
Entonces, ¿Por qué no es así?
Pues no es así porque la mayoría de las mujeres tenemos el útero acorazado, contracturado, inmóvil. A esto se le llama “útero espástico/espásmico”; útero que ha perdido la capacidad de elasticidad, movimiento y flexibilidad.
Wilhelm Reich decía que “la mayoría de los úteros son espásticos y por eso la mayoría de partos son dolorosos.”
Actualmente la menstruación es entre dolorosa y dolorosísima para muchas mujeres, tenemos partos disfuncionales que duran entre 20 y 40 horas, se producen desgarros o se practican episiotomías, las cesáreas van en aumento, aparecen numerosas enfermedades en el útero y el aparato reproductor (endometriosis, virus del papiloma, verrugas, cáncer de útero, quistes ováricos, inflamaciones y taponamiento de las trompas de Falopio, vaginismo…). Las “contracciones” en el parto que creemos tan normales son patológicas, se han convertido en calambres que no aflojan, no sueltan el bebé como mecanismo de defensa de la hembra ante el peligro.
Mónica de Felipe, en una entrevista, pregunta: ¿Os imagináis en el paleolítico una mujer en una cueva, tardando 30 horas en parir, con un desgarro en el periné de 2 cm. que si no se cierra se desangra y pretendiendo sobrevivir? ¡Nos hubiéramos extinguido!
¿Qué ha pasado? ¿Por qué la evolución nos ha llevado a tener tantas dificultades y a vivir esta dimensión de la sexualidad femenina con tanto dolor?
Un poco más otro día… Tu también puedes ir investigando. Te recomiendo a Mónica de Felipe en su blog “Estudios sobre el útero”.
Aina Cortès – fragmento del estudio “El útero acorazado”
Molt bo!
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Excelente artículo, quedé con dudas de cómo lograr que de dolor pase a placer…Yo tengo dos úteros (útero didelfo) y realmente los dolores han sido horribles.
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Retroenllaç: Introducción a la Copa Menstrual II: Anatomía Básica | Ideas Flotantes
Gracias Hermosa!! Me hizo muy bien aprender todo esto con tu artículo
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